-28.57 kilos.-
*Kate, Emma, Kristin: Kate Moss, Emma Balfour y Kristin McMenamy (modelos).
Como lo suficiente para morir,
pero no lo bastante para permanecer viva.
Me siento en el medio esperando.
Llevo varios días sin mear,
mis mejillas se hunden y desaparecen.
Hundiéndome tan hermosa hasta los treinta y ocho kilos,
pierdo la única casa que me queda.
Veo aparecer mi tercera costilla,
una semana después toda mi carne desaparecerá,
estirándose tersa, es un papel que envuelve mis huesos.
Voy mejorando.
Karen dice que he alcanzado mi peso,
Kate, Emma y Kristin saben que no es cierto.
El problema es que “dieta” no es una palabra lo suficientemente grande.
Quiero ser tan delgada que me pudra a la vista
Quiero caminar sobre la nieve,
y no dejar huella.
Quiero caminar sobre la nieve,
y no manchar su pureza.
El estómago se colapsa a las cinco.
Subo mi falda y mi sexo se ha ido,
desnuda y adorable hasta los treinta y dos kilos.
Puedo brotar y nunca florecer.
Mi visión se empaña,
pero puedo ver mis costillas y me siento bien.
Mis manos son tallos temblorosos
y puedo sentir que mis pechos se están hundiendo.
Mi madre intenta ahogarme con ternera asada
y me sienta a saborear su ryvitta.
“Así es como estás hecha” dice mi padre,
pero puedo cambiar, mi capullo se despoja.
Quiero caminar sobre la nieve
y no dejar huella.
Quiero caminar sobre la nieve
y no manchar su pureza.
Kate y Kristin y el Kit-Kat
todas las cosas que me gusta mirar.
Demasiado débil para preocupar, demasiado débil para morir,
la opción es el esqueleto en la vida de todos.
He escogido mi opción, paso hambre por frenesí.
El hambre pasa pronto y la enfermedad se cansa pronto,
las piernas se me doblan, con medias soy Twiggy
y no me importa el horror que me rodea.
Mi valor se esparce, el autoestima es un coñazo.
Hace tiempo que llegué a una meseta más alta.
Esta disciplina es tan rara, así que por favor aplaude.
Sólo miro a la escoria gorda que me mima tanto.
Sí, veintiocho con cincuenta y siete kilos, un epílogo de la juventud.
Es tan hermosa la dignidad del auto-abuso...
Finalmente he entendido la vida
Mirando fijamente mi ombligo.
*Kate, Emma, Kristin: Kate Moss, Emma Balfour y Kristin McMenamy (modelos).
Como lo suficiente para morir,
pero no lo bastante para permanecer viva.
Me siento en el medio esperando.
Llevo varios días sin mear,
mis mejillas se hunden y desaparecen.
Hundiéndome tan hermosa hasta los treinta y ocho kilos,
pierdo la única casa que me queda.
Veo aparecer mi tercera costilla,
una semana después toda mi carne desaparecerá,
estirándose tersa, es un papel que envuelve mis huesos.
Voy mejorando.
Karen dice que he alcanzado mi peso,
Kate, Emma y Kristin saben que no es cierto.
El problema es que “dieta” no es una palabra lo suficientemente grande.
Quiero ser tan delgada que me pudra a la vista
Quiero caminar sobre la nieve,
y no dejar huella.
Quiero caminar sobre la nieve,
y no manchar su pureza.
El estómago se colapsa a las cinco.
Subo mi falda y mi sexo se ha ido,
desnuda y adorable hasta los treinta y dos kilos.
Puedo brotar y nunca florecer.
Mi visión se empaña,
pero puedo ver mis costillas y me siento bien.
Mis manos son tallos temblorosos
y puedo sentir que mis pechos se están hundiendo.
Mi madre intenta ahogarme con ternera asada
y me sienta a saborear su ryvitta.
“Así es como estás hecha” dice mi padre,
pero puedo cambiar, mi capullo se despoja.
Quiero caminar sobre la nieve
y no dejar huella.
Quiero caminar sobre la nieve
y no manchar su pureza.
Kate y Kristin y el Kit-Kat
todas las cosas que me gusta mirar.
Demasiado débil para preocupar, demasiado débil para morir,
la opción es el esqueleto en la vida de todos.
He escogido mi opción, paso hambre por frenesí.
El hambre pasa pronto y la enfermedad se cansa pronto,
las piernas se me doblan, con medias soy Twiggy
y no me importa el horror que me rodea.
Mi valor se esparce, el autoestima es un coñazo.
Hace tiempo que llegué a una meseta más alta.
Esta disciplina es tan rara, así que por favor aplaude.
Sólo miro a la escoria gorda que me mima tanto.
Sí, veintiocho con cincuenta y siete kilos, un epílogo de la juventud.
Es tan hermosa la dignidad del auto-abuso...
Finalmente he entendido la vida
Mirando fijamente mi ombligo.
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